Sobre el incidente, los comisarios argumentaron que Colapinto intentó adelantar a Lawson en la curva 1 sin estar completamente a su lado en el ápice, lo que, según los reguladores, le restaba "derecho" al adelantamiento. “Si bien la mayor parte de la secuencia es una carrera justa, el hecho de que Colapinto forzó la situación al no poder completar el pase en la curva significa que él fue mayormente culpable de la colisión”, afirmaron en el comunicado oficial.
La superlicencia, que permite a los pilotos competir en F1, requiere cumplir con una serie de requisitos estrictos y acumular 40 puntos en su sistema. En este año, la FIA ya suspendió a un piloto por este límite, cuando Kevin Magnussen alcanzó el tope de 12 puntos tras una colisión en el GP de Italia, debiendo ceder su lugar en el GP de Azerbaiyán a Oliver Bearman. El caso Colapinto vuelve a poner en el foco la rigurosidad de la FIA en sus normas y el impacto que tienen en el desempeño de los pilotos en el circuito.