Franco Colapinto correrá su cuarta carrera de F1 en el equipo Williams Racing. Protagonizó una largada magistral en Singapur y una mala estrategia del equipo lo dejó fuera de los puntos. Le quedan 6 carreras más este año.
Franco Colapinto ya se está preparando para su cuarto gran premio en la Fórmula 1. (Foto: A24.com)
Franco Colapinto ya está trabajando en su próxima prueba en la Fórmula 1. Será la cuarta carrera y por suerte tiene tiempo para prepararse bien para otro circuito que no conoce: el próximo 20 de octubre se corre el Gran Premio de las Américas. En Austin, Texas, en los Estados Unidos.
Es un circuito que alterna partes rápidas con una serie de curvas también en velocidad y un tramo muy complejo de curvas cerradas. Por eso, tiene casi un mes para aprender los secretos de esa pista. Con el equipo Williams estará en la casa matriz de Inglaterra para familiarizarse con todos los aspectos de ese circuito y las adaptaciones para su auto.
La pista tiene dos zonas de DRS (el sistema para ganar más velocidad en las rectas. Son 5.513 km. que deberán recorrer a lo largo de 56 vueltas. El año pasado, se impuso Max Verstappen y los Williams (con Albon y Sargeant) llegaron en la novena y décima posición, por lo que sumaron puntos para el campeonato.
En Austin se corre desde 2012. El año pasado el ganador fue el campeón mundial, Max Verstappen, seguido por Lewis Hamilton -luego descalificado - y tercero, Lando Norris.
A Franco le quedan seis carreras a bordo del Williams. Austin (EE.UU.), México, Brasil, Las Vegas (EE.UU.), Qatar y Abu Dhabi. La pista de Austin tiene varias particularidades que pueden favorecer al desempeño de Williams. Alterna partes rápidas, con curvas veloces y otro sector más complejo. El Williams en evolución se ha mostrado muy rápido, justo para la llegada de Franco Colapinto, pese a que tiene una actualización menor que Albon en su coche. Un dato de la carrera de Singapur es muy importante.
Colapinto hizo una de las mejores largadas de un piloto en lo que va del año. Superó a tres autos de manera brillante y a lo largo de toda la carrera, ningún piloto pudo pasarlo. Si perdió la posibilidad de volver a sumar puntos, fue porque el ingreso a boxes se hizo en un mal momento y encima, los mecánicos tardaron demasiado. De nuevo, en pista, Franco fue impasable. Incluso, el gran comentarista de automovilismo, el inglés Will Buxton se admiró de la largada de Colapinto e hizo callar a quienes como Sainz, no entendieron nada de lo que pasó.
Primero escribió en su cuenta de "X": "Quiero repetir la largada bordo con Colapinto. Ha hecho un trabajo brillante. Sale por detrás de Tsunoda, se mete por dentro, cuatro por fuera, consigue frenar y recupera un montón de posiciones. Si Alonso y Leclerc hubieran tardado unas décimas de segundo más en reincorporarse, ahora estaría séptimo".
Y luego de volver a verla, ratificó lo que dijo sobre el piloto argentino: "Acabo de verlo. ¡Guau! Pisa a fondo los frenos y llega al vértice con un pequeño indicio de bloqueo en la parte delantera izquierda. Se cruza en 2, pero mantiene el pie en el acelerador. Sin eso, es séptimo en el mejor de los casos y octavo en el peor. Absolutamente mágico".
El circuito de Austin tiene una recta principal muy larga y luego una curva muy cerrada a la izquierda. Similar a lo que vimos en Singapur, por lo que podemos esperar otro comienzo electrizante como el del domingo. El circuito tiene una mezcla de sectores similares a otras pistas del calendario. Algunas de las cuales, Franco las conoce bien y le conviene.
Por ejemplo, las curvas 3 a 6 son encadenadas y rápidas. Se toman a gran velocidad. No se diferencian de las míticas Maggotts y Becketts de Silverstone, en donde Franco hizo una muy buena presentación como tester en Williams este año. Además de correr en Inglaterra en F3 y F2. Hay otros sectores que se asemejan a pistas que conoce esas categorías menores como el "motordome" en Hockemheim, la parte de curvas que forman como una caja rodeada de tribunas antes de la recta principal.
Además, como es una pista en un autódromo, especialmente diseñada, al contrario de los dos callejeros de los que viene Franco, Austin es muy ancha y permite el sobrepaso en muchos lugares.
Singapur es muy exigente por lo trabado del circuito, pero además, la humedad y el calor lo hacen una trampa de calor para los pilotos. No solo por la temperatura exterior. Dentro del auto, los pilotos tienen que soportar girar durante dos horas "envueltos" en ropa ignífuga desde los pies hasta la cabeza, literalmente hablando y luego calzarse las botas, los guantes y el casco.
Solo se pueden hidratar por medio de un tubito que también hay que aprender a dominar. Franco terminó agotado y por el diálogo desde el auto, todos escuchamos que se sentía mal, le dolía el estómago y necesitaba azúcar. Un piloto pierde entre 3 y 4 kilos por carrera, pero sumarle el calor agobiante es otra prueba de lo extraordinarios que son los que pueden, pese a todo, correr a 300 kilómetros por hora (y hacer los ajustes permanentes en el volante que ya es una computadora).
En ese campo, Austin también dará un respiro. La temperatura para el 20 de octubre suele tener máximas de 28 grados, mucho mejor que en Singapur. Además, como todos los circuitos en los autódromos hay lugares en los que el piloto puede relajarse - no distraerse - en lugar de la tensión constante de los urbanos o callejeros.
Franco solo conocía el circuito de Monza. Allí tuvo el único incidente de salirse de pista, pero nada más. En el complejo trazado de Bakú, manejó casi perfecto todo el fin de semana y lo coronó con un brillante octavo puesto y 4 puntos en Fórmula 1. En Singapur, pese a todo lo apuntado, hizo una largada extraordinaria, nadie lo pasó en la pista y si no tuvo punto, no fue su responsabilidad.
Ahora tiene un mes para probar y probar en el simulador de Williams. Con todo lo que quiera y necesite. Diferentes puestas a punto, distintos compuestos de neumáticos y hasta "correr" con lluvia. Es una pausa excelente antes de encarar las 6 carreras que le restan. Porque en un mes y medio tendrá que demostrar que la Fórmula 1 no puede perderse su talento. Lo bueno, es que en solo tres carreras, hizo que todo el mundo lo sepa.