El interés de River en Icardi no solo responde a este contexto personal, sino también a una necesidad de reestructuración ofensiva que el técnico Marcelo Gallardo considera prioritaria para el equipo. Ante la falta de efectividad de Miguel Borja y Adam Bareiro, la incorporación de un delantero con experiencia en Europa y capacidad goleadora se presenta como una solución ideal para reforzar al plantel de cara a la próxima temporada.
Si bien Icardi demostró un gran rendimiento en el Galatasaray, donde anotó seis goles y brindó dos asistencias en 13 partidos esta temporada, la posibilidad de regresar a Buenos Aires, sumada a las cuestiones personales, podría inclinar la balanza a favor de River. Sin embargo, el club turco, con el cual tiene contrato hasta 2026, deberá estar dispuesto a negociar los términos de un posible préstamo, ya que el Millonario no tiene en mente una compra definitiva por el delantero de 31 años.
Aunque no existe aún una confirmación oficial de ambas partes, las próximas semanas serán claves para ver si esta historia tiene un nuevo capítulo en la vida de Icardi, tanto en lo profesional como en lo personal. La posibilidad de vestir la camiseta de River y al mismo tiempo estar cerca de Wanda parece ser la oportunidad perfecta para que el jugador persiga su anhelado regreso a Argentina y, tal vez, recupere el amor de su ex pareja.