Rubén Salazar fue localizado a 150 metros de donde la mamá de Delfina y Pilar Hecker logró ser rescatada. Se trata de la víctima 16 del temporal que golpeó a la ciudad bonaerense.
Quién Rubén Zalazar, el hombre que intentó ayudar a las dos hermanas de Bahía Blanca y fue encontrado muerto
La desesperación y la angustia continúan en Bahía Blanca tras la trágica inundación que dejó a más de 1400 personas evacuadas y provocó severos daños en la ciudad. En medio del operativo de rescate, se confirmó el hallazgo sin vida de Rubén Zalazar, el chofer de la camioneta de mensajería donde se refugiaron Pilar y Delfina, las hermanitas que siguen desaparecidas.
Zalazar, oriundo de Viedma, Río Negro, había viajado a Bahía Blanca para trabajar y quedó varado con su camioneta Ford Transit roja en plena tormenta. Su pareja, a través de redes sociales, había informado que su última comunicación fue a las 9 de la mañana, cuando estaba en la zona de El Cholo/Cerri.
Las autoridades encontraron su cuerpo a unos 150 metros del lugar donde la madre de las niñas logró aferrarse a un terraplén y salvarse. “Estamos profundizando la búsqueda con kayaks, equipos de navegación y buzos que rastrean el fondo”, explicó el ministro de Seguridad, Javier Alonso.
Según reconstruyeron los investigadores, la camioneta en la que viajaban Zalazar y las niñas fue arrastrada por la corriente unos 350 metros. Al detenerse, comenzó a llenarse de agua, lo que obligó a los ocupantes a subirse al techo. Sin embargo, una segunda oleada de agua sumergió el vehículo.
La madre de las niñas fue arrastrada 1200 metros mientras intentaba sostener a su bebé en brazos, pero se separaron en el agua. La nena más grande estaba junto al chofer en el momento del desastre.
Las autoridades continúan la búsqueda con equipos especializados mientras la comunidad sigue en vilo por la aparición de Pilar y Delfina.
El intendente Federico Susbielles informó que la tormenta dejó un saldo de 1400 personas evacuadas y daños por 400 millones de dólares en infraestructura. Además, se recibieron más de 100 denuncias por personas con las que no se pudo establecer contacto.
Mientras el agua comienza a bajar, el operativo de limpieza se intensifica con la llegada de 200 bomberos voluntarios que trabajan para despejar calles cubiertas de barro. “El mayor desafío es volver a la normalidad”, señaló el ministro Alonso.
