A medida que el viento aviva el incendio, la localidad cordobesa de Capilla del Monte enfrenta un panorama desolador con familias desesperadas que luchan por contener el fuego, mientras las llamas avanzan y se acercan a sus casas.
La localidad de Capilla del Monte enfrenta un panorama desolador, con animales quemados y vecinos que luchan para contener el desastre.
A pesar de los esfuerzos, el avance del incendio sigue siendo un peligro constante. Foto: captura de Tv.
A medida que el viento aviva el incendio, la localidad cordobesa de Capilla del Monte enfrenta un panorama desolador con familias desesperadas que luchan por contener el fuego, mientras las llamas avanzan y se acercan a sus casas.
"Antes de anoche empezó el fuego y se logró controlar con ayuda de bomberos y vecinos, pero ayer se reactivó", expresó a A24 Jorge, un vecino de la zona, mientras mostraba su casa afectada por las llamas.
La situación es crítica, con animales buscando desesperadamente agua en medio de una severa sequía. "El viento hace pelotas de fuego que vuelan sobre los árboles", explicó.
El avance veloz de los focos de incendio obligó a cortar la ruta 38 y movilizó a más de 200 bomberos que, con el apoyo de aviones hidrantes, luchan para contener el desastre. En este marco, se registraron 54 evacuados y dos viviendas consumidas por el fuego.
El operativo de emergencia se intensificó con la llegada de un hospital móvil provisto por la provincia, parte del Plan Provincial de Manejo del Fuego, en un acuerdo con la empresa Vittal Emergencias y Urgencias.
Este hospital, equipado con una sala de terapia intensiva, un shock room con respirador, cardiodesfibrilador, y un sistema de telemedicina, busca brindar asistencia médica a los bomberos que combaten las llamas las 24 horas.
El intendente de Capilla del Monte, Fabricio Díaz, describió la situación de la noche anterior como "un infierno", con el fuego arrasando dos viviendas en el barrio Valenti y amenazando a muchas más.
A pesar de los esfuerzos, el avance del incendio sigue siendo un peligro constante para la comunidad y las autoridades trabajan contrarreloj para frenar la devastación.
